Dear readers,
This month, we have a new guest article, in Spanish! Núria de Andrés answered the guest article’s questions, for our great pleasure. She’s a Spanish translator based in Barcelona.
NOMBRE: Núria de Andrés Garriga
PROFESIÓN: Traductora
IDIOMAS DE TRABAJO: Inglés, español
LUGAR DE RESIDENCIA Y DE TRABAJO: Barcelona
¿Qué tipos de trabajos de traducción realizas y quiénes son tus clientes?
Me dedico a traducir, revisar y posteditar traducciones de patentes del ámbito de las telecomunicaciones principalmente. Trabajo para un agente de propiedad industrial de mi ciudad y también para agencias especializadas en traducción de patentes y otras.
¿Puedes hacer una breve descripción de una jornada laboral típica?
Trabajar como autónoma en mi domicilio supone muchas veces hacer filigranas para encajar las actividades laborales con las obligaciones caseras, familiares, de ocio… En fin, lo que hacemos todos. Pero como además debo compaginar las tareas de traducción con otras actividades laborales (soy tutora de dos cursos de formación para traductores), la jornada puede acabar siendo muy larga y agotadora.
Podríamos decir que mi día empieza en el gimnasio; eso me obliga a levantarme pronto y me mantiene alejada de los analgésicos y antiinflamatorios como método para aliviar el dolor causado por las típicas contracturas del traductor.
Una vez ya en casa, empiezo a traducir hasta que me noto cansada y, en los momentos de descanso, aprovecho para buscar y compartir, a través de Twitter, enlaces que me parecen interesantes para mis colegas de profesión. Cuando me siento más fresca vuelvo al trabajo con renovada energía y me pongo a traducir las páginas que me he marcado para ese día.
Si estoy dando un curso, otra de mis tareas es estar pendiente de las preguntas que puedan formular los alumnos y responderlas, y además corregir las prácticas que les propongo. Los grupos numerosos son estimulantes y extenuantes en igual medida, pero el contacto directo con los alumnos me sirve para compensar la soledad asociada a la traducción, pues de las dos fieles compañías de las que suelen disfrutar los traductores, el gato y la tetera, yo solo cuento con esta última.
¿Qué te gusta en tu trabajo?
De mi trabajo me encanta que se ocupa de las palabras y… ¡ hay tantas, y en tantas combinaciones! Eso es lo que más me gusta, sin duda alguna. Ni te aburres ni dejas nunca de aprender.
¿Qué es lo que no te gusta?
También hay peros, claro. Básicamente considero que se derivan de ser autónomo en España (cuotas altas, tarifas bajas por indicar solo dos).
Podría añadir que es un trabajo poco valorado y sería absolutamente cierto, pero esto no es ni mucho menos patrimonio exclusivo de los traductores, desgraciadamente. En nuestro país, si no eres político, constructor o famosillo de la tele vas arreglado.
¿Cuándo empezaste a trabajar como traductora?
Creo que fue alrededor de 1990, hace ya bastante tiempo.
¿Esta actividad profesional corresponde a tus estudios iniciales?
No. Soy licenciada en Biología por la Universidad de Barcelona. Posteriormente cursé dos años de Filología anglogermánica en la UAB, pero tuve que abandonar los estudios por incompatibilidad con el trabajo.
Obtuve una beca para estudiar inglés a tiempo completo en Stratford-upon-Avon y una plaza de asistente de Lengua española en una escuela pública de Londres. Dediqué bastantes años al estudio de inglés como lengua extranjera en facultades inglesas y en el Instituto Británico de Barcelona y superé el certificado Proficiency de traducción inglés-español y viceversa.
¿Cuál es tu recorrido profesional? ¿Por qué trabajas ahora como traductora?
Realmente mi recorrido profesional está marcado por el idioma inglés. Empecé dando clases extraescolares a niños; luego di clases para alumnos de ESO y bachillerato. Más adelante fui intérprete de ferias y congresos y trabajé en oficinas de información turística, hasta que decidí dedicarme con mucho gusto a la traducción.
Mi entrada en este mundo, aunque deseada, fue inesperada. Desde siempre me ha fascinado todo lo extranjero y ello incluye los idiomas: francés, inglés, ruso y alemán. Pues bien, un día uno de mis profesores se lamentó, en alemán, de no tener tiempo para realizar unas traducciones. Me lancé a la piscina sin pensármelo dos veces y me ofrecí a ayudarle. Aquí empezó todo.
Mis primeras traducciones estuvieron relacionadas con los sistemas de alarmas. Obtuve un puesto de traductora en una empresa contratada por IBM para traducir la documentación y los manuales corporativos. Esa fue mi auténtica palanca para introducirme de lleno en la traducción técnica.
A partir de ahí, contacté con otra empresa que necesitaba un experto en traducción de documentos IBM y en el manejo de la primera herramienta de traducción asistida del mercado: el famoso Translator Manager, ¡famoso por lo difícil que era que no se colgara!
Esa misma empresa, que posteriormente me contrató, estaba especializada en la traducción de patentes y propició la incorporación de este género a mi esfera de actividad. Sucedía a mediados de los 90, y lo primero que constaté es que eso de inventar se hace poco a poco, no de golpe, y que se necesita la colaboración de muchas personas para que los grandes avances tengan lugar. Todavía hoy en día, las patentes siguen siendo para mí una fuente inacabable de sorpresas.
Para más información, podéis consultar la cuenta Twitter de Núria, que llegó en posición 8 en la competición Top 10 Language Twitter Accounts 2016.
Alexandra
Traductora español – francés / Intérprete español – francés
Profesora de francés para extranjeros / Profesora de español
(clases presenciales en Biarritz – Francia, y clases online por Skype)